Desde el suelo: una base firme para empezar de nuevo

En el barrio Arenal de Barrancabermeja, Santander, en una pequeña casa con piso de tierra y divisiones en madera, vivía don Fabián de Jesús Celis junto a su esposa, sus tres hijos y tres sobrinos. Allí, cada día era una lucha: la tierra del piso se levantaba con el viento, se volvía lodo con la lluvia, y se metía por cada rincón de su hogar. Dormir sin enfermarse era un milagro, los electrodomésticos duraban poco, y los niños no podían jugar tranquilos sin ensuciarse o tropezar.

“Vivíamos con el miedo de que se nos dañara todo, de que se burlaran de nosotros…”, nos contó don Fabián, un padre cabeza de hogar que, a pesar de las dificultades, nunca dejó de creer que algo podía cambiar. Y cambió.

Con esfuerzo y esperanza, se transformó el suelo que por años los había acompañado en condiciones difíciles. En solo tres días, ese suelo inestable fue reemplazado por concreto firme. El primer piso de la Fundación Pisos fue para ellos. Una transformación que no sólo renovó la vivienda, sino también la dignidad, la salud y la esperanza de toda la familia. Hoy, esa tierra transformada en concreto, representa mucho más que una mejora estructural: es un nuevo comienzo.

Hoy, la familia de don Fabián juegan sobre un piso limpio, seguro y resistente. Las risas ya no se mezclan con el polvo, y la vergüenza fue reemplazada por orgullo. Ahora creen que todo puede mejorar, porque ya empezó a mejorar desde abajo, desde el suelo.

Este es solo el comienzo. Una casa menos con piso de tierra. Una familia más con futuro firme viendo su vida cambiar desde el suelo, representando mucho más que una mejora estructural: Un nuevo comienzo.